Introducción
La infección por Bordetella Pertussis (llamada tos convulsa o coqueluche) es una enfermedad endémica con ciclos epidémicos. Los casos graves y mortales se producen en lactantes menores de un año, especialmente en los menores de 6 meses. La introducción de la vacuna contra la tos convulsa en el Calendario Nacional de Vacunación (CNV) a partir de la semana 20 de gestación, redujo drásticamente la mortalidad por esta enfermedad en lactantes. Un informe del Ministerio de Salud de la Nación (2021) reporta un descenso significativo en la cobertura de dos vacunas en personas gestantes: antigripal y triple bacteriana acelular (dTpa). (748) Nuestro objetivo fue describir la evolución de la incidencia de tos convulsa en Argentina relacionado con las coberturas de vacunación en PG entre 2010 y 2022.
Materiales y métodos
Para calcular las tasas se utilizaron los casos reportados, a través del SNVS (numeradores), y las proyecciones poblacionales del INDEC, tanto de nacidos vivos como de grupos de la población divididos por edad, sexo y provinvia (denominadores), durante los años del estudio. Las tasas de incidencia se presentan por cada 100 mil personas. La asociación entre la cobertura vacunal y la tasa de incidencia se evaluó utilizando modelos mixtos generalizados de Poisson.
Resultados
La incidencia más elevada fue en 2011, luego se observó un descenso en la incidencia hasta 2014. A partir de allí, se detectó un nuevo pico en 2016, con un descenso hasta un mínimo en el año 2020. Se detectaron grandes diferencias entre las provincias a lo largo del tiempo: la mayor incidencia al comienzo de la serie se observó en las provincias de la región pampeana y al final, en las del NOA.
Hubo marcadas diferencias entre provincias en las coberturas vacunales, tanto de DTP3 como en gestantes.La cobertura vacunal en personas gestantes en el año previo se asoció inversamente con la incidencia de coqueluche en menores de un año (a mayor cobertura, menor incidencia) (p<0,01).
Conclusiones
Se observó una reducción sostenida en la incidencia de la enfermedad a partir de 2016, y un nivel estable de cobertura vacunal a lo largo del tiempo, aunque con grandes diferencias entre provincias. Además, se detectó una asociación entre el nivel de cobertura en gestantes y la incidencia de la enfermedad en menores de un año.