Introducción:
La tuberculosis (TB) en Argentina continúa en aumento en los últimos años, con mayor tasa de notificación en el grupo etario de 20 a 49 años. Las formas extrapulmonares y diseminadas son una proporción menor y se presentan preferentemente en pacientes con inmunocompromiso celular y en menores de 15 años.
Descripción del Caso/Casos:
Mujer de 21 años, en día 35 de puerperio con parto pretérmino de embarazo no controlado. Consultó por fiebre y pérdida de 20 kg de peso, asociada a tos productiva, que inició una semana posterior al parto. Se encontraba confusa, con debilidad generalizada. El laboratorio mostró leucocitos 2.500x 10^3/ml y eritrosedimentación de 33mm/h. Se descartó infección por virus de inmunodeficiencia humana. Se realizó tomografía (TC) de tórax con patrón micronodulillar bilateral. Se tomaron muestras de esputo y orina con observación de bacilos ácido alcohol resistentes (BAAR), cultivo positivo para M. tuberculosis en sangre, orina y esputo. Se realizó punción lumbar (PL): líquido incoloro, límpido, glucosa 23 mg/dl, proteínas 1,51 g/dl, células 390 (83% polimorfonucleares) Coincidente con el diagnóstico materno, el hijo se encontraba internado para aporte nutricional cursando neumonía con requerimiento de intubación orotraqueal. Ante la sospecha de transmisión vertical, se realizó PL con líquido compatible con meningitis y dos muestras de aspirado gástrico con baciloscopía, cultivo y GeneXpert Ultra® positivos que permitieron confirmar transmisión congénita al no registrarse contacto madre e hijo posterior al nacimiento. Ambos evolucionaron favorablemente con tuberculostáticos de primera línea asociados a corticoides.
Discusión:
La incidencia de TB en la última etapa del embarazo y puerperio inmediato es superior a la de la población general. Durante el embarazo la respuesta inmune se altera hacia un perfil tolerogénico favoreciendo la reactivación de infecciones latentes y su diseminación. La mayoría debutan cerca del parto con compromiso extrapulmonar. La TB neonatal suele adquirirse posterior al nacimiento por vía aerógena. La transmisión congénita, como la que postulamos en este caso, es infrecuente y se produce por diseminación transplacentaria o ingestión/inhalación de bacilos presentes en el líquido amniótico o secreciones genitales. Conclusión En el contexto epidemiológico actual creemos importante sospechar TB ante un síndrome febril puerperal de presentación insidiosa y no justificado por causas obstétricas. Su tratamiento oportuno mejora el pronóstico tanto en madres como en niños.