El Ministerio de Salud de CABA comenzó a instrumentar un programa de uso optimizado de antimicrobianos(PROA) en sus hospitales públicos, en agosto 2016.
Una de las actividades iniciales consistió en una encuesta de percepción de uso de antimicrobianos, respondida por médicos de planta y guardia de las UTIs.
Material y Métodos:
Se efectuó una encuesta estructurada de respuesta voluntaria. Fue distribuida entre los médicos de las UTIs de los hospitales públicos del GCABA, entre de noviembre y diciembre de 2016.
Se establecieron porcentajes y se efectuaron comparaciones de las proporciones utilizando el test de Fischer.
Resultados:
Se recibieron 92 respuestas de 11 hospitales generales y 1 pediátrico. Cuarenta y cuatro (48%) de los que respondieron, tenían más de 20 años de graduados y 29(31%) entre 11 y 20 años.
Los principales criterios para prescribir un ATM fueron la gravedad del cuadro en 81(88%), cubrir el mayor espectro 60(66%) y la intensidad de la fiebre y la leucocitosis 49(53%).
Cincuenta encuestados (54%) refirieron que en sus hospitales ya había un PROA en funcionamiento, pero existían respuestas contradictorias provenientes de profesionales de 10/12 hospitales, donde algunos decían que sí había y otros que no.
Sesenta profesionales (65%) consideraron que el uso de ATM en su hospital era bueno o muy bueno.
Sesenta y seis (72%) indicaron que una de sus principales fuentes de capacitación en uso racional de ATM fueron las recorridas con infectología 72%(n=66), 42(46%) la guía Sanford , 38(41%) la recorrida con los médicos de planta, 27(29%) los congresos y 23(25%) las revistas científicas. 25/66(38%) de los que referían a las recorridas con infectología como fuente de capacitación, dijeron que no había PROAs en su institución y sólo 12/66(18%) leía revistas médicas.
Cuarenta y tres (47%) señaló que en sus hospitales existían guías de tratamiento y uso de ATM. Sin embargo, en 9/12 hospitales existieron respuestas contradictorias.
Los factores percibidos como determinantes negativos para el buen uso de los ATM fueron
la falta de conciencia sobre el problema en 57(62%), la falta de respuesta rápida de los servicios de microbiología en 38(41%), 25(27%) la deficiencia en el programa de prevención de infecciones asociadas al cuidado de la salud y 25(27%) la deficiente formación de postgrado.
Conclusiones:
Llama la atención el importante número de prescriptores que basan su formación en el tema en instancias informales (servicios de infectología y/o recorrida con los staff) o de estrecha validez científica y nula consideración epidemiológica local (guía Sanford).
Cerca de la mitad de los encuestados respondieron que en sus hospitales había PROAs funcionando y que tenían guías de tratamiento y uso de antimicrobianos, pero en los mismos hospitales hubieron respuestas en contrario, lo que evidencia la deficiente comunicación de los mismos. Pese a esto, el 65% de los encuestados entendía que el uso de estas drogas era bueno o muy bueno en su lugar de trabajo.
El conocimiento de las percepciones y actitudes de los actores intervinientes en el uso de ATM es un dato valioso que permitirá a los miembros del PROA trabajar sobre elementos más firmes.