INTRODUCCIÓN:
Desde el advenimiento de las terapias de alta eficacia, la transmisión y la morbimortalidad asociada al VIH disminuyeron dramáticamente. Un conocimiento acabado de esquemas de tratamiento más utilizados y barreras que impiden su optimización nos permitiría mejorar los resultados a largo plazo.
OBJETIVO:
Describir características relacionadas al tratamiento antirretroviral (TAR) en personas con VIH (PcVIH) de centros participantes en el Taller.
MATERIAL Y MÉTODOS:
Análisis ecológico de datos recolectados de 29 centros de 10 países de Latinoamérica. Los datos se organizaron por estratos de sexo y edad (12 o 6 dependiendo del análisis) 4 estratos de “backbone”, 4 de tercera droga y 5 correspondientes a año de admisión en cada centro (2013-2017).
Se usaron tablas de contingencia para observar tendencias, y modelos logísticos incluyendo efecto aleatorio de tres niveles (estrato, centro y país). Se exploró la utilización de TAR y asociación a covariables, reportando odd ratios (OR). Se realizó un análisis de sensibilidad considerando factores de expansión de acuerdo al número esperado de PcVIH bajo control en cada país.
RESULTADOS:
Se obtuvieron datos de 60904 pacientes, de ellos 35618 con diagnóstico reciente. Distribución similar entre centros públicos y privados. El test de resistencia genotípica (TR) estuvo disponible para pacientes vírgenes de TAR en 55,2% de los centros. En 2017, 95.6% de pacientes en seguimiento se encontraban en TAR. El grupo entre 15 y 29 años fue el menos tratado, principalmente sexo masculino (p<0.05). Entre 2013-2017, el inicio de TAR durante el primer año de admisión aumentó en todos los países (77.1% vs. 86.6%, p< 0.05), excepto en Chile, siendo aún mayor en centros privados (OR 2.28 [1.31-3.99]). Backbone más usado: combinaciones basadas en TDF con aumento progresivo a través de los años (54.3% vs. 75.7%), el uso de AZT en la primera línea de TAR disminuyó (28,7% vs. 4,1%) y ABC se mantuvo estable (14.0% vs. 17.0%). Durante el estudio se observó el reemplazo de AZT por TDF en Colombia, Perú, Chile, Argentina y Costa Rica, en el resto de los países ocurrió previo al 2013. EFV fue la 3er droga más usada en primera línea, con una leve disminución (66.7% vs. 60.0%), seguida por IP potenciados: 21.8% vs. 20.1%. RAL fue utilizado en <5% de pacientes con leve incremento durante el estudio. DTG y DRV/rit fueron incluidos en “Otros” con < 15% de utilización.
CONCLUSIONES:
Actualmente, el porcentaje de pacientes en tratamiento se encuentra por encima del objetivo del 90% de la ONUSIDA y OMS.
El retraso en el inicio de tratamiento en hombres menores de 30 años, debería propiciar el desarrollo de políticas dirigidas a esa población.
La alta utilización de EFV y baja de INSTI aún persiste, a pesar de las recomendaciones internacionales. La elección de la 3ra droga en el TAR debe ser re-analizada y sostenida con educación médica continua, teniendo en cuenta costos y que la disponibilidad de TR en pacientes vírgenes de TAR no es universal.