El Simposio es una oportunidad para encontrarse y dialogar con referentes de muchas organizaciones que representan a poblaciones prioritarias para la respuesta al VIH. Por ello, propusimos una mesa para debatir la agenda pública global que enfrentan estos grupos clave. Convocamos para ello a referentes de organizaciones que han logrado una estructura regional, visibilizando sus reclamos y elevando su voz sin intermediarios.
Elena Reynaga, fundadora de AMMAR y secretaria ejecutiva de la Redtrasex, con presencia de organizaciones miembro en 14 países, han logrado sindicalizarse y ser escuchadas en espacios nacionales e internacionales, llevando adelante su reclamo por el reconocimiento del trabajo sexual, sensibilizando y capacitando tanto a profesionales de la salud como del poder judicial y de las fuerzas de seguridad.
Pedro Paradiso Sotille, Director de ILGA-LAC, organización con más de 38 años de lucha por la no discriminación hacia las personas LGBTI y más de 1200 organizaciones en todo el mundo, mostró las grandes dificultades que aún enfrenta este colectivo con las leyes que siguen criminalizando el amor entre personas del mismo sexo. Sólo en Latinoamérica sigue habiendo 10 países con leyes con penas de prisión de entre 5 años a prisión perpetua.
Marcela Romero, de la Redlactrans, que nuclea 16 organizaciones con personería jurídica en Latinoamérica y el Caribe lideradas por personas trans, han logrado, entre otras cosas, que la identidad trans deje de estar invisibilizada tras las categorías de HSH u hombres gay. Destacó la necesidad de que las estrategias de respuesta al VIH tomen entre sus objetivos la lucha contra la pobreza, pues la mayoría de las personas trans viven bajo la línea de pobreza.
Los usuarios de drogas estuvieron representados por Estela Carrizo, quien vive con VIH desde hace casi 30 años, infectada por el uso de drogas endovenosas. Focalizó en la doble discriminación que sufren las personas usuarias de drogas a la hora de acudir a un centro de salud. De hecho, denunció que la única respuesta organizada para los usuarios de drogas es el sistema represivo penitenciario. Los desafíos, por tanto, incluyen la apertura y sensibilización de los servicios de salud, abandonar las políticas de seguridad para incluirlas en salud, desde la perspectiva de la reducción de riesgos y daños y trabajar en el acceso a los tratamientos para la hepatitis, patología común entre los usuarios de drogas.
Finalmente, la palabra de Marcela Alsina, referente de la Red Bonaerense de Personas con VIH y del Movimiento Latinoamericano de Mujeres Positivas, planteó el gran desafío a encarar para todas las poblaciones, pues las personas con VIH son parte de todos los colectivos antes mencionados: la articulación entre organizaciones de la sociedad civil para seguir siendo actores de la respuesta al VIH, tomando parte en las decisiones sobre políticas públicas, la elección de cargos de responsabilidad en la temática y la propuesta de nuevas estrategias con las personas afectadas incluidas en todo el proceso.
La mesa fue aplaudida y festejada, colaborando en la generación de un debate entre todas las organizaciones, buscando una agenda integral a todas las poblaciones.