El auto testeo es una estrategia aún muy nueva y en etapa de estudio en diferentes países.
Se busca con ella llegar a aquellas poblaciones que no acceden a los servicios tradicionales de testeo, como los hombres y la población joven, especialmente migrantes. Hay un consenso claro sobre la necesidad de alcanzar a estas personas para poder pensar realmente en el fin de la epidemia.
En la conferencia se han presentado algunas experiencias interesantes en Africa, que a pesar de estar aún en una fase preliminar, tienen primeros resultados promisorios, basados en la metodología del diseño centrado en las personas (human centered design, en inglés). Con ella, se sitúa a la comunidad en el centro de la construcción creativa de soluciones a sus problemáticas y se planifica cada fase del proceso de innovación alrededor de las necesidades de aquellas personas que estamos buscando servir. Esta metodología entiende que los fenómenos en estudio son complejos y requieren innovación, enfoques sistémicos y respuestas multi-sectoriales. El diseño centrado en las personas promueve un marco que facilita el trabajo interdisciplinario y colaborativo, con múltiples actores interviniendo en todo el proceso.
Este enfoque permite convertir las necesidades y problemáticas identificadas en oportunidades, así como habilita a los equipos a idear, probar y refinar las intervenciones colectivamente, al mismo tiempo que construye pertenencia entre los participantes y, con ello, sustentabilidad a largo plazo de las intervenciones diseñadas. Para ello, se identifican personas que representan diferentes comportamientos, actitudes o necesidades dentro de la población objetivo y se exploran todos los aspectos relevantes de sus vidas. Esta información se analiza junto con todos los datos previamente existentes, buscando nuevas perspectivas y puntos de entrada que puedan ser claras oportunidades de intervención. Con estas ideas, entre todos los actores involucrados se diseñan prototipos que serán probados para obtener feedback de los usuarios. Esos prototipos podrán ser abandonados, adaptados, refinados e iterados hasta que se logra aprender qué funciona bien y qué no. Cuando las intervenciones logran tener suficiente respaldo, se realiza una prueba piloto con una población mayor, se mide la efectividad y se desarrollan estrategias para escalar al nivel de población que se quiere llegar.
Las experiencias presentadas en países africanos han logrado distribuir más de 2 millones de kits de auto testeo. En los diferentes países se vienen probando modelos de distribución diferentes, desde el ofrecimiento en la calle, el envío por correo, a través de las parejas o delivery puerta a puerta por consejeros entrenados. Los datos que se obtengan en unos años, al finalizar los estudios, permitirán evaluar la eficacia de cada una de estas opciones, aunque los datos obtenidos hasta ahora indican que lo más eficaz será tener una batería de opciones disponibles para que los clientes puedan elegir la que mejor se adapta a sus necesidades en cada momento. En la etapa actual de los estudios, centrados en la comprensión de las necesidades vitales de la población, se han realizado más de 35 focus group y entrevistas en profundidad para conocer la perspectiva tanto de los usuarios como de los proveedores de salud. Destaca la sensación de seguridad, privacidad y control sobre el proceso de testeo, además del tiempo ahorrado al no tener que ir a solicitar turno o tener largas esperas, en las que es posible que alguien conocido te vea.
Testearse es una experiencia con alta carga emocional, que requiere un proceso diferente para cada persona en términos de tiempos y acompañamiento, pero que en todos incluye sentirse confiados y mentalmente preparados para recibir los resultados. Queda probado que en este proceso interno es fundamental contar con información actualizada, no sólo sobre cómo se adquiere el virus, sino sobre todo sobre cómo es vivir con el virus.