Por Mar Lucas
Directora de Programas de Fundación Huésped
En la primera conferencia de prensa de la 9na Conferencia de la IAS de Ciencia en VIH (IAS2017) se reunieron referentes científicos junto a donantes internacionales y la representante de las poblaciones más afectadas por la epidemia. De parte de la comunidad científica hablaron Linda-Gail Bekker, Presidenta de la Sociedad Internacional de Sida (IAS) y Jean-François Delfraissy, el Presidente Científico Local para la IAS 2017 y actual director de la Agencia Nacional de Francia para el Sida (ANRS). Los referentes financieros fueron la Embajadora Deborah Birx, Coordinadora del US Global AIDS y Directora del programa PEPFAR y Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA.En representación de las personas viviendo con VIH, del colectivo trans y de las trabajadoras sexuales estuvo Giovanna Rincon, Presidenta de la Asociación ACCEPTESS-T.
Escuchamos una fuerte demanda para comprometer a los responsables políticos en el sostenimiento de los fondos necesarios para continuar los avances realizados en la epidemia. Linda-Gail Bekker señaló la oportunidad única que supone la Conferencia de París para evidenciar que el dinero dedicado a apoyar la ciencia no ha sido malgastado. Los más de 170 nuevos estudios que se presentarán durante esta semana demuestran el uso innovador y diverso que los fondos destinados a los descubrimientos científicos tienen en la actualidad. Destaca así mismo la necesidad urgente de generar nuevas estrategias de prevención para las poblaciones clave, específicamente hombres que tienen sexo con hombres, usuarios de drogas, trabajadores sexuales y personas encarceladas.
Jean-François Delfraissy apoyó el énfasis de Linda-Gail en renovar el compromiso de financiación con la ciencia, pero difiere con ella en el destino de los fondos. En su lugar, propone que se focalice más en estudios de ciencia básica y de implementación. También adelanta su visión respecto a la dirección que han de tomar los avances en los próximos años: la cura funcional, la vacuna y la prevención. Señala que ésto no será posible si la comunidad científica dedicada al VIH no se compromete con una propuesta más abarcativa, que salga de los límites del mundo del sida hacia la salud global y reivindique los avances que se realizan no sólo en la epidemia del VIH sino también respecto a otras infecciones, como el ébola o el zika.
Han pasado 14 años desde la última vez que la IAS elegía a París como sede de su conferencia. En aquel momento, 2003, se celebraba haber llegado a 3 millones de personas bajo tratamiento. Hoy esa cifra supera los 90 millones. Esto no hubiera sido posible sin el apoyo continuado al avance en los tratamientos y la traducción de los descubrimientos científicos en la implementación de programas a nivel global.
En aquel año, acompañaban con su presencia políticos de la talla de Nelson Mandela y Jacques Chirac. Hoy, organizaciones de activistas como Act Up- Paris, AIDES y Coalition PLUS hacen notar la ausencia del Presidente Macron como desidia y falta de compromiso con la epidemia. Este mismo reclamo se escucha en la voz de Giovanna Rincón, visibilizando las dificultades del colectivo trans para ser aceptado y comprendido por parte de los efectores de salud. También, para participar activamente en las políticas orientadas a las personas trans, pero sin incluirlas en su diseño. En ese sentido, plantea que no hay mejor indicador para medir los avances científicos que la mejora en la calidad de vida de las poblaciones clave.
En este sentido, organizaciones de todo el mundo han lanzado la Declaración de la Comunidad en París, en la que destacan su contribución para el fin de la epidemia, demandan la inclusión de otros grupos en la definición de poblaciones clave y señalando las solicitudes que tienen respecto al sistema de Naciones Unidas, los líderes políticos y gobiernos, al comunidad científica y médica, las compañías farmaceúticas, los donantes y a los miembros de sus propios colectivos.
Respondiendo a la demanda de sostener el financiamiento de los programas científicos y de asistencia, la Embajadora Birx sostuvo que su presencia refleja el compromiso del gobierno norteamericano para mantener el apoyo al Fondo Global y sostener el programa PEPFAR. Tuvo que repetirlo varias veces ante las preguntas de los periodistas respecto a la amenaza del Presidente Trump de recortar estos fondos, remarcando que los datos de los avances realizados fortalecen la continuidad, aunque deslizó que no está asegurada la expansión de los programas.
También Michel Sidibé hizo referencia a percibir el compromiso tanto de republicanos como de demócratas en la continuidad, al mismo tiempo que exigen planes de sostenibilidad que incluyan planes de financiamiento local por parte de las naciones para ir equilibrando el peso de los aportes globales. Sin embargo, Sidibé también remarcó la responsabilidad que debe compartirse solidariamente para lograr el fin de la epidemia, ya que si bien los países más afectados están modificando sus políticas internas para no depender de los donantes, es imposible que sostengan por sí solos el presupuesto que implica alcanzar el tratamiento universal. Por último, señaló que, si bien lo logrado muestra que lo que fue un sueño hace años, hoy es realidad, todavía hay brechas en las que es necesario focalizarse: hay 1,2 millones de niños y 17 millones de adultos sin acceso al tratamiento, y el 80% de las nuevas infecciones se dan en miembros de las poblaciones clave. No se ha avanzado en reducir la criminalización, el estigma y la discriminación de estas poblaciones.