La Conferencia 2018 esta concluyendo y entre sus principales conclusiones que las metas fijadas para el año 2020 son inalcanzables en gran parte de los países. Hay enormes progresos en algunos países, especialmente de África que, siendo la región mas afectada por la epidemia, las nuevas infecciones han disminuido entre el 30 y 40% desde el año 2010. Sin embargo, en Europa del Este, Medio Oriente y Asia Central, el numero de nuevos casos crece de modo ininterrumpido en igual proporción. Según el informe de ONUSIDA, en 49 países la epidemia ha crecido en lugar de disminuir. Las poblaciones clave, hombres que tienen sexo con hombres (HSH), trabajadoras sexuales, personas trans y usuarios de drogas constituyen la mitad de las nuevas infecciones en especial entre usuarios de drogas.
En respuesta a esta realidad, ya mas del 60% de las personas están recibiendo su tratamiento, la comunidad científica esta cumpliendo su parte proporcionando mas y mejores alternativas de diagnostico rápido y tratamiento. Con orgullo es de destacar la presentación de los resultados del proyecto GEMINI cuyo investigador principal es nuestro director científico, el Dr. Pedro Cahn demostrando que con el uso combinado de dolutegravir y tenofovir son alcanzables similares beneficios terapéuticos que con el uso de tres drogas, simplificando el tratamiento y su costo. Asimismo las nuevas estrategias proponiendo la generalización del PrEP como herramienta que disminuye el riesgo de nuevas infecciones en poblaciones especialmente vulnerables.
Cuando en 55 países se concentra el 90% de la epidemia, la pregunta que surge es cuales son las dificultades que impiden alcanzar las metas propuestas para los próximos años. Muchos paneles y presentaciones en la conferencia centran la respuesta en algunos temas centrales que tienen que ver con el persistente stigma a las poblaciones clave y a la criminalización de las mismas, situación de la cual no están exentos ni siquiera los países considerados como de mayor desarrollo. El reporte global 2018 de ONUSIDA indica que prácticamente no existen países en los cuales no haya restricciones de algún tipo. La criminalización existente aun por la transmisión involuntaria ha generado la necesidad de presentar una declaración del consenso de expertos firmado por 20 relevantes profesionales con evidencias de la relativa imposibilidad de transmitir el virus aun en practicas sexuales sin protección cuando el miembro VIH + tiene una carga viral indetectable. Leyes migratorias restrictivas, criminalización del trabajo sexual, del uso de drogas, testeos obligatorios, violencia de genero e injusticias sociales y culturales son permanentes realidades.
El financiamiento, o la falta del mismo en los volúmenes necesarios, es otro tema que surge de modo expreso en las discusiones globales. Muchos miles de millones de dolares son necesarios para cumplir con las metas y el compromiso de aportes no se visibiliza. Un comentario personal a respecto, nuestro país la Argentina integrante y coordinador este año del G20 que se esfuerza para ingresar al club exclusive de la OCDE, aun no ha donado un centavo al Fondo Mundial del Sida, la TB y la Malaria a diferencia de otros países de la región como Chile, Brasil y México.
La Gag Rule establecida por el principal financiador, los Estados Unidos, y compartida por otros países, hace imposible el acceso de financiamiento a aquellos países y proyectos que no prohíben el trabajo sexual y las practicas abortivas. La Dra. Linda Gail Bekker, president de la IAS y del Congreso 2018 ha expresado al respecto que, en muchos casos, la legislación y la criminalización, exacerban el crecimiento de la epidemia cuando las personas con VIH o en riesgo de infección se ocultan socialmente y lejos de los servicios de salud. Volvemos al núcleo duro de la epidemia, ese 30% de personas que no se visibilizan en gran parte del mundo y a los cuales los beneficios del tratamiento precoz, no alcanzan.