En el marco de IAS 2019 nos encontramos con un montón de personas que hace años trabajan para dar respuesta al VIH desde y para América Latina. Hoy, te presentamos a Elena Reynaga, de Argentina.
Ella forma parte de la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex), una organización que tiene por objetivo la defensa, promoción, reconocimiento y respeto de los derechos humanos de las mujeres trabajadoras sexuales, en particular de sus derechos laborales. Conoce su historia.
¿Por qué elegiste dedicarte al activismo sobre los derechos de las trabajadoras sexuales?
Elegí dedicarme al activismo porque en 1994 en la Ciudad De Buenos Aires existían los códigos contravencionales, los famosos edictos policiales, que habilitaban a la policía a detenerme a mí y a mis compañeras por 21 días. O sea que muchas veces pasé 8 meses estando presa sin haber cometido ningún delito. Por eso empezamos la organización. Entendíamos que ningún organismo de DDHH iba a hacer algo por nosotras, debíamos ser nosotras mismas. Y así empezamos nuestra lucha: en 1998 derogamos los edictos policiales y como segunda área de trabajo empezamos a trabajar la prevención del VIH/SIDA, porque entendíamos que nos afectaba directamente por trabajar con nuestros genitales.
¿Por qué eliges hacerlo en tu país?
Porque soy Argentina y vivo en Argentina. Pero luego en 1997 fundamos la Red Latinoamericana y basada en la experiencia argentina entendimos que la única manera de trabajarlo y disminuirlo era trabajando derechos laborales, derechos humanos y prevención de ITS y VIH/SIDA en conjunto.
¿Cuál sientes que fue tu mayor logro?
Haber podido hacer visible en América Latina y el Caribe, y poner en agenda los derechos de las Trabajadoras Sexuales, y lograr que las Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe sean protagonistas, hablen por ellas mismas y ejecuten sus proyectos. Dejar de ser objetos de investigación y pasar a ser sujetas de derechos.
¿Cuál es tu deseo a futuro?
Mi deseo a futuro es que en América Latina y el Caribe se reconozca el trabajo sexual como trabajo.