Por Lorena Abusamra (Hospital Fernandez) y Carolina Perez (CMH – Dr. Pedro Cahn)
En esta sesión se abordaron distintos aspectos de la primo-infección por VIH, así como la importancia del tratamiento antiretroviral precoz.
La Dra. Christine Rouzioux, de la Universidad de París Descartes, presentó la infección primaria desde la perspectiva histórica y la ventana crítica de inicio de tratamiento, demostrando que esta es una real oportunidad para bloquear y/o reducir el tamaño del reservorio y proteger al sistema inmune. Remarcó la importancia de iniciar el tratamiento tan pronto como sea posible, tanto por los beneficios individuales para el paciente como para reducir el elevado riesgo de transmisión viral. De esto surge la necesidad de incrementar el acceso al testeo en casos de pacientes con síntomas clínicos y/o en poblaciones con alto riesgo de exposición.
La Dra. Lydie Trautmann, del Walter Reed Army Institute of Research (WRAIR), desarrolló los eventos que ocurren en las primeras 4 semanas luego de la infección por VIH: un alto número de células están infectadas, existe gran depleción de células CD4 de tejidos (principalmente intestinales), el sistema inmune trata de controlar la replicación viral (conduciendo al agotamiento del mismo), y, luego de pocas semanas de infección no tratada, el virus evade la respuesta inmune. El tratamiento muy temprano (antes de los 14 días de infección y previo al pico de carga viral), logra preservar la función inmune y tiene un impacto en los reservorios virales.
Presenciamos una dinámica exposición del Dr. John Frater, de la Universidad de Oxford, quien planteó el impacto que tiene la disminución de los reservorios de VIH en la primo-infección: por un lado, la posibilidad de una menor morbilidad de los pacientes (aunque aún son necesarios más datos) y, por el otro, su implicancia en el tiempo de remisión viral post tratamiento.
La siguiente presentación estuvo a cargo de la Dra. Carolyn Willamson, de la Universidad de Cape Town (Sudáfrica), que presentó datos promisorios acerca de los ensayos sobre el uso de anticuerpos neutralizantes. Mostró que en modelos animales logran controlar y clarear la infección por VIH. En humanos, controlan la viremia (aunque aún se necesitan más datos) y previenen el escape viral al sistema inmune.
Finalmente, la Dra. Jintanat Ananworanich (WRAIR), expuso nuevas estrategias para el diagnóstico temprano, así como intervenciones con nuevas tecnologías en los pacientes con supresión viral tratados precozmente (vacunas, administración repetida de anticuerpos, ARNm). En Tailandia pudieron identificar más de 500 pacientes en infección aguda mediante la implementación de pools de carga viral en más de 250.000 pacientes que presentaban una prueba inicial negativa, demostrando que es posible integrar la búsqueda de estos casos en la práctica habitual aún en países en vías de desarrollo. Además, esto les permitió realizar varios estudios de investigación que, si bien no lograron identificar la mejor intervención, permitieron definir cuáles serían los mejores diseños para futuros estudios de cura.