Youth against Aids es la organización liderada por jóvenes menores de 28 años socia de la IAS para trabajar en prevención en todo el mundo. Comenzó en 2008 en Alemania y se ha extendido por más de 180 países. Su actividad principal son talleres de educación sexual en las escuelas y la formación de jóvenes multiplicadores para llegar a ser la generación que lidere el fin de la epidemia de VIH/sida.
En el marco de AIDS 2018, presentaron su propuesta de trabajo y plantearon algunas pistas interesantes para alcanzar a las poblaciones de adolescentes y jóvenes, que siguen sin tener educación sexual formal en las escuela ni nadie con quien sientan confianza para poder hablar libremente. De hecho, su fuente principal de conocimiento en relación a la sexualidad es Internet, mayoritariamente canales pornográficos.
Estos jóvenes han realizado dos encuestas entre usuarios de la mayor aplicación de citas de Europa. Descubrieron que la mayoría siente que la educación sexual que recibieron es suficientemente buena, a pesar de que no logran contestar correctamente preguntas básicas sobre VIH y otras ITS. Estos datos refuerzan la necesidad de sostener y ampliar los talleres entre pares, que logran despertar la curiosidad y vencer la resistencia que presentan en un principio. La mayoría tiene su primera relación sexual entre los 15 y los 17 años y, a pesar de conocer los métodos de protección, sigue habiendo un 20% que no usa ninguno.
Las propuestas están pensadas, diseñadas, implementadas y evaluadas por jóvenes y siempre cuidan que tengan un formato atractivo y divertido. Buscan estar presentes en espacios de recreación como festivales y fiestas, donde promocionan los talleres para que sean conocidos y deseables cuando llegan a las escuelas. Una parte importante de todos los eventos es tener tiempo y espacio para que puedan hacer todas las preguntas que quieran y conozcan y jueguen con condones, de modo que puedan superar la vergüenza y la aprehensión que, en principio, sienten.
Las experiencias en cada país han sido muy diversas y plantean desafíos interesantes. Una de ellas es la adaptación necesaria al contexto ya sea urbano o rural o la ampliación de la mirada para incluir equidad de género en los vínculos, el consentimiento o la diversidad sexual. También plantean la importancia de tener recursos audiovisuales innovadores y que involucren los entornos de redes sociales más utilizados por la población.
Son dos las metas a futuro que Youth Against Aids se propone alcanzar: por un lado, implicar a toda la comunidad educativa, específicamente a los docentes, para profundizar la su vinculación y lograr que la educación sexual sea una política pública. Pero advierten que, cuando eso ocurra, no quieren que los políticos se apropien de su visión y dejen de escucharlos: quieren que sus voces sigan siendo escuchadas.
Por otro lado, se realizó una sesión sobre el abordaje de los Países Bajos para la promoción de la salud sexual entre jóvenes, caracterizado por un enfoque positivo que no sólo tome los riesgos sino también los aspectos placenteros de la sexualidad, la combinación de intervenciones, el diseño de propuestas para cada etapa de la vida sexual y la cocreación con jóvenes e instituciones especialistas en salud.
En 1990 comenzó el desarrollo de un programa para escuelas llamado “Long, live, love” que ha tenido sucesivas actualizaciones, está destinada a adolescentes entre 13 y 15 años e incluye una revista para estudiantes, manual para docentes y vídeos. Busca ser un programa integral con un abordaje positivo y que atienda a la diversidad sexual, cultural y geográfica.
Desde 2012, el programa ha alcanzado al 50% de las escuelas. Entre sus resultados se destacan el incremento de la confianza entre estudiantes, la percepción de riesgo para ITS, el uso de anticonceptivos y preservativos y de los conocimientos.
En el país, las escuelas secundarias tienen la obligación de brindar educación sexual, este programa busca ser una alternativa construida con la participación de jóvenes para superar el enfoque de riesgo y la mirada biologicista en la educación sexual integral.