De la Mesa redonda “ITS, la lucha continúa” participaron las Dras. Patricia Galarza y Liliana Vázquez el Dr. Daniel Pryluka.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) continúan siendo un problema importante en salud pública. Cada año, 1 millón de personas adquieren una nueva ITS y se producen 357 millones de ITS curables en la población entre 15 y 49 años. Tras el descenso inicial observado luego de la introducción del tratamiento con penicilina, desde el año 2000 se ha detectado un aumento sostenido de nuevos casos de sífilis, incluyendo sífilis congénita. El mayor aumento de los casos se detecta en el sexo masculino, y particularmente en la población de hombres que tienen sexo con hombres. Asimismo, en un trabajo presentado en este Congreso, se reportó una mayor tasa de diagnósticos de sífilis en personas viviendo con VIH, particularmente en aquellos mayores de 35 años y que se encontraban bajo tratamiento antirretroviral, la mitad de los cuales presentaban carga viral no detectable. También, se ha reportado un aumento de las tasas de otras ITS curables a nivel mundial.
Se remarcó la importancia de notificar los casos, sobre todo en las infecciones de secreciones genitales purulentas. La toma de muestra es crucial, en el contexto de la resistencia creciente del gonococo a cefalosporinas de tercera generación y la elevada resistencia a ciprofloxacina.
Uno de los grandes desafíos en el manejo de las ITS es la disponibilidad y acceso a los métodos diagnósticos. Lo cual lleva a la demora en la administración del tratamiento adecuado y también a la pérdida de oportunidades de tratamiento. Ante la falta de evidencia científica que avale los diferentes esquemas de tratamiento, se vuelven indispensables estudios clínicos que permitan determinar las mejores estrategias terapéuticas.
Con el objetivo de reducir y eliminar la sífilis congénita, es imprescindible la educación médica continua focalizada en los diferentes especialistas que se encargan del seguimiento de las mujeres embarazadas. El tamizaje debe extenderse hasta el puerperio y debe incluirse en el mismo a las parejas de las mujeres embarazadas. El correcto diagnóstico durante el embarazo no sólo redunda en disminuir la transmisión vertical sino que también permite evitar internaciones innecesarias.