En el marco de #AIDS2024 se llevó a cabo el Simposio sobre Migración, poblaciones móviles y VIH que se centró en los desafíos para acceder a los servicios de prevención y atención del VIH que introduce la migración, la movilidad y el desplazamiento en África y América Latina y el Caribe (LAC), particularmente en mujeres y poblaciones clave.
La Dra. Claudia Cortés presentó un análisis de la situación del VIH en América Latina, una región que experimenta un flujo migratorio constante: en la última década, 25 millones de personas migraron a USA y Canadá, 5 millones a Europa y 11 millones a otros países de América Latina. Los motivos de migración más frecuentes son económicos, políticos, sociales o por desastres naturales.
El número registrado de personas con VIH en situación de migración o de refugiado es de 35.000 y la mayoría no cuenta con acceso a los servicios de salud, incluyendo el tratamiento. Las barreras de acceso responden a la falta de documentación, el miedo a ser deportados, el desconocimiento de los servicios disponibles o miedo al estigma y la discriminacion. Ésto retrasa los diagnósticos de HIV y genera interrupciones de tratamiento. Por su parte, las mujeres migrantes son especialmente vulnerables al VIH debido a su mayor exposición a la violencia de género, la explotación sexual y la falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
Para ilustrar esta situación, se destacaron los siguientes casos:
Migrantes venezolanos: La crisis sociopolítica y económica en Venezuela ha generado un flujo migratorio masivo hacia países vecinos, principalmente, Colombia (2.5M) y Perú (1,5M). Datos de Colombia muestran que el 15% de los nuevos diagnósticos de VIH son en personas de Venezuela.
Migrantes haitianos: Presentan barreras culturales e idiomáticas y además otros temas de salud, como malnutrición, falta de vacunas u otras enfermedades no diagnosticadas o poco frecuentes en el país al que llegan. Hay 500.000 migrantes de Haití en República Dominicana que representan el 51% de los nuevos diagnósticos de VIH. En Chile, hay 184.000 migrantes de Haití.
Migrantes del Triángulo Norte: Son, aproximadamente, 2 millones de personas. La violencia, la pobreza, la falta de oportunidades y los carteles de drogas en El Salvador, Guatemala y Honduras han impulsado un flujo migratorio hacia México y Estados Unidos. Los migrantes de esta región son especialmente vulnerables a la explotación laboral y la violencia durante su trayecto, lo que incrementa su riesgo de VIH.
Como conclusión, la Dra. Cortés enfatizó en la necesidad de garantizar un enfoque regional y multisectorial para abordar los desafíos relacionados con la migración, la movilidad y el VIH en América Latina. La colaboración entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales es fundamental para garantizar que las personas migrantes tengan acceso a servicios de salud integrales y efectivos, contribuyendo así a la prevención y el control de la epidemia del VIH.