En el marco de la sesión plenaria del miércoles de la 22 Conferencia Internacional de SIDA (AIDS 2018) el Dr. Pedro Cahn, Director Científico de Fundación Huésped, expuso sobre la tendencia a utilizar los inhibidores de la integrasa como primera y segunda línea de tratamiento antirretroviral.
AIDS 2018 es uno de los eventos científicos de salud más importantes del mundo, del que participan mas de 15.000 personas entre los que se encuentran los más destacados investigadores, expertos en salud pública, líderes políticos y representantes de la sociedad civil. Entre las más de 500 sesiones, talleres y actividades que buscan coordinar los esfuerzos para dar respuesta a la epidemia, las sesiones plenarias de cada día reúnen a todos los participantes en la primera sesión de la mañana, en la que exponen los principales expertos mundiales en los diferentes campos.
Durante su presentación “Antiretrovirales 2018. Hacia la era de las Integrasas”, el Dr. Cahn presentó estudios clínicos que demuestran que los tratamientos basados en esta familia de drogas brindan en la actualidad la mayor eficacia y mejor tolerabilidad. También se refirió a la noticia reciente sobre 4 casos de malformaciones congénitas en mujeres que se embarazaron tomando Dolutegravir (uno de los inhibidores de la integrasa), lo que motivó la lógica preocupación de la comunidad científica y de las personas con VIH. A pesar de esto, todos los casos registrados fueron en un solo centro en Botswana, por lo cual el Dr. Cahn sostuvo que “si existe una relación entre la exposición a la droga y las malformaciones mencionadas, es un tema por esclarecer” y agregó. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud recomienda que las mujeres en edad reproductiva utilicen métodos anticonceptivos si van a ser tratadas con Dolutegravir hasta que la recolección de datos en curso esclarezca la situación.
Por otro lado, uno de los temas relevantes que el Dr. Pedro Cahn mencionó durante su exposción fue el uso de los inhibidores de la integrasa en pacientes con tuberculosis, lo que supone duplicar la dosis de Dolutegravir así como usar Raltegravir (otro de los inhibidores de la integrasa) dos veces al día debido a las interacciones medicamentosas.
Por último y a modo de conclusión, el Dr. Cahn destacó un programa sin precedentes que encuentra en curso. El mismo propone una transición en países de ingreso bajo y medio desde tratamientos basados en Efavirenz a tratamientos basados en inhibidores de la integrasa. En países de ingreso bajo se trata de una combinación fija de Tenofovir, Lamivudina y Dolutegravir producida por laboratorios genéticos (bajo licencia) que permitirán el acceso de millones de personas a terapias más potentes y seguras. En países de ingreso medio el acceso a inhibidores de la integrasa como opción de primera línea de tratamiento está también en curso dependiendo en cada caso de los acuerdos de precio que puedan obtenerse.