A lo largo de la conferencia hubo diferentes sesiones en las que se presentaron trabajos vinculados a la transmisión perinatal.
Un primer estudio muy interesante presentado es el de las “madres mentoras”, realizado en Kenia, Lesotho, Uganda, Sudáfrica, Swazilandia y Malawi, que evaluó durante 2 años un sistema en el cual 12.000 mujeres embarazadas viviendo con VIH tenían su primer contacto con el sistema de salud con mujeres con VIH que ya habían sido madres e integraban la misma comunidad. A través del estudio se observó que cuantas más visitas registraban estas pacientes con dichas mujeres pares en la comunidad, más tasa de retención en el cuidado lograban. En el grupo de pacientes con más de dos visitas se observó menor riesgo de tener un bebé VIH+.
También se presentó un trabajo estadounidense que reunió datos de los estudios PHACS, SMART e IMPAACT P1025, en el que se evaluó el bajo peso al nacer y los partos pre-término en mujeres VIH+ que habían ellas mismas nacido con el virus versus mujeres VIH+ que habian adquirido la infección en algún otro momento de sus vidas. Se observaron durante 5 años 2692 recién nacidos de 2270 embarazadas: las embarazadas de transmisión perinatal presentaban, con diferencia estadísiticamente significativa, valores menores de 200 CD4, cargas virales mayores a 400 en el momento del parto, esquemas ARV de 3 o más drogas durante el embarazo y menor Indice de Masa Muscular. Los resultados arrojaron que los bebés de madres VIH+ de transmisión perinatal tienen levemente aumentado el riesgo de bajo peso al nacer con respecto a los bebés de las madres VIH+ de transmisión no perinatal, aunque no se observaron diferencias en cuanto a partos pre-término.
En el ámbito de la implementación de tests diagnósticos en el punto de atención se presentó el estudio realizado en un hospital de una zona rural de Zambia que evaluó durante un año el antígeno LYNX p24 en niños expuestos al VIH, tomando una gota de sangre seca y comparándola con PCR. Fueron evaluados 156 niños, acelerando en forma significativa el diagnóstico a través del antígeno p24. 8 niños dieron resultado positivo a través de PCR, mientras que solo 6 dieron positivo por LYNX, arrojando una sensibilidad del 75%. De los 137 negativos por PCR , 1 LYNX fue inválido y 136 negativos, con una especificidad del 100%. El test diagnóstico evaluado demostró ser de fácil aplicación en el area rural de estudio, y su alta especificidad permitió diagnosticar a todos los niños evaluados sin ninguna omisión diagnóstica, mientras que su dramática disminución en la media de tiempo de obtención del resultado podría establecer una mejora significativa en la implementación rápida de tratamiento en los niños.
Otro estudio evaluó el potencial impacto neurocognitivo del TARV en 670 niños en Estados Unidos, comparando 313 niños expuestos no infectados, con 357 HIV- no expuestos mediante el uso de varias escalas (Bayley-III, DMC), y con una evaluación del niño y una entrevista con los padres. Un tercio de los niños evaluados habían estado expuestos intra-úterinamente a 3 drogas, y los otros dos tercios solo a AZT. No hubo diferencias significativas y los niños expuestos a los 2 años tenían una capacidad neurocognitiva similar a lo niños no expuestos, aportando más datos sobre la seguridad de esta intervención.