Hace unos años, más precisamente en el 2009 y a poco de terminar en nuestro país la epidemia de dengue más importante desde su reintroducción en 1997 hasta esa fecha, la tapa del número del mes de julio de la revista Emerging Infectious Diseases (EID-CDC) me sorprendió con la pintura “La caída de los ángeles rebeldes” de Pieter Brueghel el Viejo, presentando el tema principal de ese mes: las enfermedades transmitidas por vectores (1). La imagen, maravillosa y a la vez apocalíptica de la lucha entre el Arcángel San Miguel y sus ángeles contra ángeles demoníacos, figuras antropomorfas y demás animales fantásticos, me impactó de particular manera y desde ese momento la he usado a modo de introducción en muchas de mis presentaciones sobre los arbovirus emergentes. Por momentos me he preguntado si esa visión del tema es o ha sido exagerada.
Pero lo acontecido en los últimos años con distintas epidemias y enfermedades emergentes y reemergentes en las Américas, así la llegada y expansión del virus Zika y sus graves daños como el síndrome congénito o los cuadros neurológicos post infecciosos como el síndrome de Guillain Barré, que han generado por parte de la OMS la declaración de una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (2), no ha hecho para mí, más que reforzar el uso de esa imagen pictórica en la introducción al tema de los arbovirus.
De esta manera, ahora también, es como he querido iniciar este breve comentario editorial con el fin de presentar el Número Especial de la Revista Actualizaciones en Sida e Infectología (ASEI) dedicado a las Arbovirosis Emergentes en las Américas y Argentina, para el cual he tenido el honor de ser convocado como Editor.
Los virus Dengue, Chikungunya y Zika son los temas que han sido desarrollados y para ello han sido invitados expertos de nuestro país y de Sudamérica con experiencia práctica en el tema abordado. La lectura del conjunto de los trabajos ofrece una visión global sobre la epidemiología, los aspectos clínicos y la metodología de diagnóstico de las tres arbovirosis, objetivo principal de este número especial, sin que por ello deje de poder leerse cada artículo de manera independiente según el interés del lector.
La co-circulación de las arbovirosis en la región genera un desafío muy importante para los equipos de salud, sobre todo del primer nivel de atención, habida cuenta de la superposición de signos y síntomas que tornan en ocasiones muy difícil, o casi imposible, poder dar un diagnóstico basado en la clínica solamente. De ahí que el abordaje sindromático (síndrome febril inespecífico, síndrome febril exantemático) sea la manera de monitorear desde la clínica a estas arbovirosis teniendo siempre en cuenta la necesidad de reconocer los signos de alarma del dengue para poder dar una intervención rápida, desde lo terapéutico, y así evitar la progresión hacia cuadros de dengue grave.
Por otra parte, el laboratorio de virología clínica juega un rol fundamental tanto para el diagnóstico individual como para la epidemiología molecular permitiendo la vigilancia tanto de aquellos arbovirus circulantes conocidos como de nuevos virus, producto de una potencial introducción o emergencia, tal como ha ocurrido recientemente en Haití, con el diagnóstico de virus Mayaro.
Es importante destacar que los tres virus Dengue, Chikungunya y Zika, presentan un mismo vector principal en nuestro continente, el mosquito Aedes aegypti en los ambientes urbanos, y otro secundario potencial y en expansión geográfica, Aedes albopictus, con mayor capacidad adaptativa a distintos escenarios ecológicos. La lucha antivectorial es por ello uno de los ejes necesarios a sostener y reforzar desde los distintos organismos de la salud pública con el fin de contener, por lo menos en parte, el impacto de estas arbovirosis. Sin dudas enfatizando además, la necesidad del compromiso en esta lucha de la comunidad organizada y de los ciudadanos-individuos con medidas que permitan disminuir la presencia de criaderos de mosquitos urbanos y con ello bajar los indices aédicos y la posibilidad de transmisión vectorial.
El desarrollo de vacunas que permitan prevenir y controlar estas virosis es hoy una meta de multitud de instituciones públicas y de distintas empresas privadas del área farmacéutica. Ya sea en forma individual o en asociación público-privada, esto brinda un panorama alentador para los próximos años. Siendo esto cierto tanto para Dengue con una vacuna registrada en varios países, y con dos vacunas en fase 3, como para los nuevos proyectos de vacunas contra Chikungunya y Zika, aún en fases 1 y 2.
La necesidad de generar información para el equipo de salud que requiere de adecuados conocimientos ante el desafío de la emergencia de los arbovirus en la región, ha sido el motor principal de esta convocatoria de ASEI que les presento en esta breve introducción editorial.
Por último, vaya mi agradecimiento y el del cuerpo editorial de la revista a los autores de los distintos artículos por su contribución científica en este número.
Referencias
- Pieter Brueghel el Viejo. “La caída de los ángeles rebeldes” (1562, óleo sobre tabla, 117 x 162 cm, Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas). Imagen
- Organización Mundial de la Salud. Declaración de la OMS sobre la primera reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (2005) sobre el virus del Zika y el aumento de los trastornos neurológicos y las malformaciones congénitas. 1 de febrero de 2016. http://www.who.int/mediacentre/news/statements/2016/1st-emergency-committee-zika/es/