Un informe conjunto de la World Stroke Organization y una comisión internacional de The Lancet Neurology, que incluye a profesionales de países como Brasil, Argentina, México, Chile, Uruguay, Costa Rica, Perú y Bolivia, contiene un importante alerta. Si no se implementan medidas drásticas y rápidas, se prevé que el número de muertes por ictus aumente en un 50% para el año 2050, llegando a alcanzar los 9.7 millones de casos por año. De estos, un 91% se espera que ocurra en países de ingresos medios y bajos.
Durante ese período, se estima que los años de vida ajustados por discapacidad aumentarán en un 31%, llegando a un total de 189,3 millones.
“Estas proyecciones nos llevaron a realizar un análisis de la situación en los cuatro pilares del cuadrante del ictus: vigilancia, prevención, atención aguda y rehabilitación. También hemos identificado los obstáculos y facilitadores para el logro de estos cuatro pilares”, afirman las organizaciones.