Investigadores respaldados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Undios crearon un atlas de células de la placenta durante el trabajo de parto. Es el primero en comprender la comunicación que ocurre entre las células maternas y fetales durante el parto, por lo que ofrece información sobre lo que sucede en la interfaz materno-fetal durante el trabajo de parto a término y proporciona un análisis de células individuales de la placenta humana y sus membranas circundantes.
Entre los principales hallazgos se destaca que las células más afectadas por el trabajo de parto estaban en las membranas corioamnióticas, que rodean al feto y se rompen como parte del proceso de trabajo de parto y parto. También descubrieron que las células estromales fetales y las células deciduales maternas eran particularmente activas en generar señalización inflamatoria. Estos hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores que muestran que la inflamación (no relacionada con la infección) es importante para mantener el trabajo de parto. El estudio también es una prueba de concepto de que los biomarcadores placentarios presentes en la sangre materna pueden usarse para identificar embarazos con riesgo de parto prematuro.