Un informe de la Comisión de Salud Pública de The Lancet señala que el juego es un problema de salud pública que afecta a 80 millones de adultos y a una proporción creciente de adolescentes, instando a los gobiernos a priorizar el bienestar de la población sobre los intereses económicos y a “endurecer las regulaciones”. El juego problemático no solo afecta al individuo, sino también a familias, amistades y a la sociedad en general. Entre las recomendaciones de la comisión están reducir la exposición al juego mediante restricciones, ofrecer apoyo accesible para los afectados y evitar la normalización del juego mediante campañas de concienciación.
La pandemia agravó el problema, especialmente entre adolescentes, debido al auge de los sitios de juego en línea. Según el informe, los trastornos de juego en casinos y apuestas deportivas en línea afectan a un 26,4 % y un 16,3 % de adolescentes usuarios, respectivamente, frente a un 15,8 % y un 8,9 % en adultos. “Se estima que el 5,5 % de las mujeres y el 11,9 % de los hombres experimentan algún tipo de riesgo asociado al juego. El panorama epidemiológico está cambiando, con una gran cantidad de mujeres y jóvenes participando. Para la industria del juego, esto no es un panorama epidemiológico; es un mercado en rápida expansión y altamente rentable”, destacan en el editorial.