Un estudio publicado en Current Biology identificó un mecanismo que podría replicar en humanos el estado de hibernación de animales, como osos y marmotas, con aplicaciones potenciales en emergencias médicas (infartos, ictus, cirugías prolongadas) y en viajes espaciales. Investigadores descubrieron que la “inversión termorreguladora”, un proceso en el cual el cerebro ajusta la temperatura corporal en respuesta al frío, puede inducirse en roedores al bloquear el área periventricular ventral del hipotálamo. Esto sugiere que sería posible intervenir farmacológicamente para provocar hipotermia terapéutica en humanos. Según el Dr. Doménico Tupone, este enfoque reduciría la demanda de oxígeno en órganos como el cerebro y el corazón, mejorando su resistencia a la isquemia y los resultados clínicos.
