Un estudio en un hospital de Texas, Estados Unidos, publicado en BMJ, reveló que colocar una silla cerca de la cama de un paciente aumenta significativamente la probabilidad de que los médicos se sienten durante la consulta, lo que mejora la percepción de la calidad de atención. El estudio analizó 125 interacciones, mostrando que cuando la silla estaba a menos de 90 cm de la cama, los médicos se sentaron en el 63% de las ocasiones, frente al 8% cuando la silla estaba más lejos. Aunque el tiempo de consulta no cambió, los pacientes calificaron mejor la información recibida (72% frente a 52%) y mostraron mayor confianza en las medidas de atención (58% frente a 35%).