Días atrás, en el congreso anual de la European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID Global 24) investigadores de Países Bajos presentaron un caso de un paciente de 72 años, inmunocomprometido, que afrontó la infección por SARS-CoV-2 más larga de la que se tenga registro.
En febrero de 2022, el paciente contrajo una variante de ómicron y fue tratado con sotrovimab, sarilumab y dexametasona, pero sin éxito y con signos de resistencia a los fármacos, lo que se significó 50 mutaciones del virus a lo largo de los meses y varias hospitalizaciones, hasta que finalmente murió de cáncer 613 días después.