Un nuevo estudio respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos revela cómo los niños pequeños tienen tasas más bajas de COVID-19 grave en comparación con las personas adultas. Los investigadores hallaron que aquellos bebés y niños que adquirieron el SARS-CoV-2 tenían una respuesta de anticuerpos fuerte y sostenida al virus, así como niveles elevados de proteínas inflamatorias en la nariz, pero no en la sangre. Esta respuesta inmunológica contrasta con la que se observa típicamente en adultos con infección por SARS-CoV-2.
La investigación involucró a 81 bebés y niños pequeños nacidos a término completo cuyas madres se inscribieron en un estudio de cohorte y fueron entrenadas para recopilar hisopos nasales semanales de sus bebés a partir de las 2 semanas de edad. Así los autores del estudio analizaron las respuestas inmunológicas de los niños antes, durante y después de su exposición al virus por primera vez. Cincuenta y cuatro de los niños se infectaron y tuvieron COVID-19 leve, mientras que 27 que dieron negativo durante el período del estudio sirvieron como controles emparejados. En el momento de la infección, los niños tenían entre 1 mes y casi 4 años, y la mitad tenían 9 meses o menos. El estudio también incluyó hisopos nasales semanales de 19 madres con COVID-19 y 19 madres sanas como controles, así como muestras de sangre de 89 adultos con COVID-19 y 13 controles sanos.
El estudio mostró que la respuesta de anticuerpos de los niños pequeños al SARS-CoV-2 difiere de la de los adultos. Mientras que los adultos producen anticuerpos contra el virus en niveles que aumentan durante unas semanas y luego disminuyen, los bebés y niños pequeños estudiados produjeron anticuerpos protectores en niveles que aumentaron y se mantuvieron elevados durante todo el período de observación de 300 días.
Los científicos observaron que la sangre de los bebés y niños no presentaba niveles elevados de citoquinas inflamatorias, que están asociadas con COVID-19 grave y la muerte, mientras que la de los adultos con infección por SARS-CoV-2 sí. Sin embargo, las narices de los niños tenían niveles elevados de citoquinas inflamatorias y una citoquina antiviral potente.
Según los investigadores, estos hallazgos sugieren que las citoquinas eliminaron la infección por SARS-CoV-2 en el lugar donde el virus ingresó al cuerpo de los niños, lo que podría explicar la levedad de su enfermedad de COVID-19.