Una revisión sistemática y metaanálisis publicada en Frontiers in Medicine “ofrece evidencia convincente de que los probióticos son beneficiosos para la cirrosis al demostrar la reversión de la encefalopatía hepática, el potencial para mejorar la función hepática, mejorar la calidad de vida y regular la disbiosis intestinal. Además, el aparente perfil de seguridad sugiere que los probióticos son una intervención prometedora para el tratamiento de la cirrosis”, según afirman los autores.
Además, los probióticos demostraron una mayor seguridad y tolerabilidad al provocar una menor incidencia de eventos adversos graves y podrían potencialmente mejorar la función hepática al reducir las puntuaciones del Modelo para la enfermedad hepática en etapa terminal.
El trabajo fue conducido por el Dr. Xing Yang, de la Guangxi Academy of Medical Sciences, en Nanning, China.