La tuberculosis (TB) es la principal causa de muerte por enfermedades infecciosas a nivel mundial, con la TB multirresistente (MDR-TB) representando una grave amenaza para la salud global. Un estudio del Swiss Tropical and Public Health Institute (Swiss TPH) revela que la resistencia al nuevo tratamiento para MDR-TB, recomendado recientemente por la OMS, ya se está propagando entre pacientes. Publicado en el New England Journal of Medicine, el estudio subraya la necesidad urgente de mejorar la vigilancia y el control de infecciones para frenar el aumento de la resistencia antimicrobiana.
Los investigadores analizaron casi 90.000 genomas de M. tuberculosis de varios países, encontrando 514 cepas resistentes a tratamientos antiguos y nuevos, distribuidas en 27 países de cuatro continentes. El 28% de estas cepas altamente resistentes se transmitieron directamente entre pacientes. Aunque el número total de casos sigue siendo bajo, la transmisión entre pacientes en tan solo dos años tras la aprobación del nuevo régimen es motivo de preocupación, según Galo A. Goig, autor principal del estudio.
El estudio destaca la importancia de combinar los nuevos tratamientos con diagnósticos precisos y sistemas de vigilancia sólidos. Es fundamental prevenir la resistencia para proteger la eficacia de los nuevos fármacos.