Un estudio observacional publicado en el BMJ sugiere que los taxistas y conductores de ambulancias, cuyos trabajos requieren procesamiento espacial y navegación frecuente, tienen menor riesgo de fallecer por Alzheimer en comparación con otras profesiones. El análisis de casi 9 millones de certificados de defunción mostró que solo el 1,03 % de los taxistas y el 0,74 % de los conductores de ambulancia murieron por Alzheimer, frente al 1,69 % de la población general.
El estudio plantea que estas ocupaciones podrían inducir cambios neurológicos en el hipocampo, la región del cerebro clave en la memoria y orientación, protegiéndolos contra la enfermedad.