La administración de la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG) durante la fase activa de COVID-19 podría reducir el riesgo de desarrollar síntomas de long COVID, según sugieren los resultados de un estudio publicado en el Journal of Internal Medicine.
El ensayo clínico, iniciado en 2020, incluyó a 393 adultos con COVID-19 leve o moderado y consistió en la administración de la vacuna dentro de los 14 días posteriores al inicio de los síntomas, con evaluaciones a los 7, 14, 21 y 45 días, y a los 6 y 12 meses.
Así hallaron que a los 6 meses quienes recibieron la vacuna tenían menor frecuencia de problemas auditivos y que a los 12 meses tenían una menor incidencia de problemas de sueño (P = .027), concentración (P = .009), memoria (P = .009) y visión (P = .022) y puntajes más bajos de long COVID (P = .002).
Por ello, el estudio sugiere que la inmunoterapia con la vacuna BCG durante una enfermedad activa podría ser más eficaz que su uso como medida preventiva en personas sanas.