Tim Friede, un herpetólogo aficionado de 59 años, se dejó morder voluntariamente 856 veces entre 2001 y 2018 para inmunizarse al veneno de varias serpientes. Ahora, su sangre hiperinmune permitió a la empresa Centivax Inc., de San Francisco, crear un cóctel antiofídico que, en pruebas con ratones, demostró proteger contra el veneno de 19 de las serpientes más peligrosas del mundo, incluidas cobras y mambas negras, según publicó la revista Cell.
El antídoto combina dos anticuerpos aislados de la sangre de Friede (LNX-D09 y SNX-B03) con el inhibidor varespladib. El próximo paso será probarlo en clínicas veterinarias con perros mordidos por serpientes. Este avance abre la posibilidad de crear un suero antiofídico universal, una herramienta crucial frente a las mordeduras que causan entre 81.000 y 138.000 muertes y hasta 400.000 discapacidades permanentes cada año.