Qué pasa en el cuerpo humano durante y después de una estadía en el espacio es objeto de estudio desde que comenzó la exploración espacial. Una nueva investigación, esta vez focalizada en el cerebro, halló que las cavidades tardan tres años en volver a la normalidad.
Los autores del estudio, publicado en Scientific Reports, abordaron la investigación cuantificando los cambios en el volumen de la materia gris del cerebro, la microestructura de la materia blanca, la distribución de agua libre extracelular y el volumen ventricular antes y después de vuelos espaciales en una muestra de 30 astronautas.
Así descubrieron que las misiones más largas se asociaron con una mayor expansión de los ventrículos lateral derecho y tercero, y que la mayor parte de la expansión se produjo durante los primeros seis meses en el espacio y luego pareció disminuir en misiones más largas. Los intervalos entre misiones más largos se asociaron con una mayor expansión de los ventrículos después del vuelo. A su vez, los astronautas con menos de tres años de tiempo en la Tierra entre vuelo y vuelo mostraron poco o ningún agrandamiento de los ventrículos lateral y tercero.
Con estos hallazgos los autores concluyen que la expansión del ventrículo continúa con los vuelos espaciales con una duración de misión cada vez mayor, y los intervalos entre misiones de menos de 3 años pueden no permitir suficiente tiempo para que los ventrículos recuperen completamente su capacidad compensatoria.