Nuevas investigaciones genéticas publicadas en la revista Cell refuerzan la teoría de que la pandemia de COVID-19 tuvo su origen en animales salvajes vendidos en un mercado de Huanan, Wuhan, China, que habrían actuado como hospedadores intermediarios del SARS-CoV-2.
Un equipo internacional de científicos analizó datos de muestras ambientales recolectadas en el mercado mayorista de mariscos de Huanan poco tiempo después de su cierre a principios de 2020, proporcionados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China (CCDC). Entre los datos había secuencias genéticas en bruto de más de 800 muestras obtenidas de jaulas, carros, suelos, paredes, tuberías y alcantarillas. Así observaron la coincidencia de material genético del virus SARS-CoV-2 y de ciertos animales salvajes en ese mercado (perros mapache y civetas), que ya estuvieron implicados en la aparición del SARS a principios de los años 2000.
Si bien las muestras ambientales no permiten demostrar de manera concluyente que estos animales estaban infectados, el hallazgo de material genético del virus junto con el de estas especies sugiere un vínculo. Además, el equipo de investigación descubrió otros virus zoonóticos, como el de la gripe aviar.