Una revisión de 14 estudios sugiere que el virus del Zika podría ser una terapia prometedora para el cáncer cerebral, mostrando efectos oncolíticos y reduciendo la proliferación de células madre de glioma. Los estudios in vitro e in vivo, publicados entre 2018 y 2021 y analizados por un equipo de neurocirujanos de Brasil y Nepal, indican que el virus ralentiza el crecimiento tumoral, disminuye la expresión de la proteína Bcl2 (que inhibe la apoptosis) y mejora la respuesta de células T, lo que podría aumentar la supervivencia de los pacientes, especialmente en combinación con otros tratamientos oncológicos.
No obstante, los autores de la revisión publicada en Oncotarget advierten que aún falta evidencia en humanos y que existen desafíos importantes, como variabilidad en la eficacia, efectos secundarios potenciales (neurotoxicidad y respuestas inmunitarias adversas) y complejidades éticas y regulatorias, que deberán abordarse antes de considerar su aplicación clínica.